Después de casi un mes de ausencia, vuelvo a retomar la labor tan grata de hacer recetas y compartirlas con vosotros.Se que me perdido muchas recetas, que espero poco a poco ir ojeando, ya que estoy algo mejor y es que cuando te coges la cabeza debajo del ala, (como se dice en mi pueblo)cuesta trabajo reponerse. Hoy os voy a dejar una receta que hace dos años publique, y que es muy tradicional y típica de estas fechas.
En mi pueblo este postre era tradicional elaborarlo en Semana Santa. Un plato antiguo (hay quien sitúa su consumo alrededor del año 1812); de sabor muy especial, se tomaba la noche del Jueves Santo -esperando a la Diana- e indicaba el comienzo de la vigilia del Viernes Santo, día grande en Puente Genil.
- 250 gr. de castañas pilongas
- 75 gr. de arroz
- 1 rama de canela
- 1 cáscara de limón
- 100 gr. de azúcar
- 3 cucharadas de aceite de oliva extra
- 1 cucharada de anís en grano
- canela en polvo
Preparación:
Echamos la castañas en remojo la noche de antes solo con agua. Ponemos una cacerola con las castañas ya escurridas y limpias de alguna que otra piel que traen, con 1 litro de agua, la cascara de limón, el palito de canela y las dejamos cocer durante 15 minutos. En una sartén aparte ponemos el aceite y el anís en grano y lo freímos sin dejar de mover ya que se quema enseguida. Cuando esté listo el anís lo volcamos en la cacerola de las castañas junto con el aceite. Dejamos cocer hasta que estén tiernas añadiendo por ultimo el arroz y el azúcar. Rectificamos de agua si se queda muy seco ya que tienen que tener algo de caldito y apartamos cuando el arroz esté blando. Emplatamos y espolvoreamos con canela molida.